Hermandad Señor de las Caídas: Invitación al Aniversario de la Hermandad

Queridos Hermanos:

Como ustedes saben, el mes de Mayo es el Aniversario de nuestra Hermandad. Para esta solemne conmemoración, invitamos a ustedes, así como a sus familias, a que participen de la Sagrada Eucaristía en Honor a Nuestro Señor de las Caídas, a devoción de la Hermana Claudia Cossío Carpio y familia, el día DOMINGO 24 DE MAYO, a horas 12:45 en la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced.

Posteriormente les invitamos a compartir un grato momento en el domicilio de la Familia Cossío Carpio ubicada en la Calle Castro Nº. 1671 de la zona de Santa Bárbara.

Nota 1. Invitamos a la Jornada de Oración - Velada a Nuestro Señor de las Caídas en el mismo lugar, el día Sábado 23 de Mayo a horas 19:00.

Nota 2. Insinuamos a los hermanos que deseen colaborar a bajar la Imagen de Nuestro Señor de las Caídas al Altar Mayor, a hacerse presentes el día Domingo 24 de Mayo a Horas 09:00.

Agradecemos su asistencia.

Hermanas trabajando en el arreglo del Altar

PRESENTACIÓN

Queridos hermanos. Este es el Portal de nuestra Hermandad en honor al Señor de las Caídas, donde encontrarán las diversas acividades que desarrollamos a lo largo de la presente Gestión, reflejadas a través de un álbum especial de fotografías que son mostradas en este protal periódicamente, gracias al apoyo desinteresado de todos.

En esta ínclita ciudad de La Paz – Bolivia. Cada segundo Viernes de mes, a horas 19:00, nos reunimos mensualmente en la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced, gracias all apoyo y bendición del Padre Superior de la Parroquia: P. Román Argomedo. Ese día se celebra la Sagrada Eucaristía y posteriormente una agradable reunión, con el objetivo de alimentar la fe y de lograr una mayor confraternización y apoyo a todos los hermanos que así lo necesiten.

La Hermandad

Sencillo, con el dolor que significa cargar aquella pesada Cruz para librarnos de nuestros pecados, pero a la vez sereno, se levanta la Imagen del “Nazareno”.

Es el “Señor de las Caídas” que se encuentra en la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced de la calle Colón, en la ciudad de La Paz, Bolivia, que cada Semana Santa llora por los bolivianos, porque la unidad anhelada llegue y traiga bendición a todos los hogares.

Sus custodios pertenecen a una de las Hermandades más jóvenes del Templo, la “Hermandad del Señor de las Caídas” que cargan sus pesadas Andas desde 1968, gracias al entusiasmo de “un grupo de jóvenes acólitos de la Parroquia, y por idea del Padre Fr. José Gómez Gonzáles” —según cuenta uno de sus fundadores: Gastón Martínez y la publicación de Ramiro Sanjinés, parte de esta Cofradía—.

Jóvenes que pertenecían en un principio a la agrupación los “ki-2”, junto a sus familias, fundan esta Institución que se ocupa desde ese entonces de llevar la Imagen milagrosa de este Señor. Desde su conformación, la Hermandad era reconocida por ser la única que no vestía aquellas túnicas ni capuchones como las más antiguas, sino riguroso traje oscuro; una inquietud que parte de sus mismos integrantes hace que desde el año 2003 decidan uniformarse con elegantes mantos negros y capuchas color marfil, dando mayor sobriedad a dicho “Paso”.

En la actualidad, la Hermandad del Señor de las Caídas, inicialmente conformada sólo por varones, está compuesta por más de cuarenta hermanos que se reúnen cada segundo Viernes de mes por la noche, para participar de una eucaristía que precede a una reunión que organiza actividades de carácter social que no sólo alimentan la fe y confraternización de sus componentes, sino que apoya a niños y ancianos de escasos recursos, ofreciéndoles almuerzos y desayunos periódicamente, como un humilde acto para con los más necesitados.

A la Imagen, —que data del siglo XVIII— la devoción popular le ha atribuido desde el 2006 el haber llorado frente a miles de feligreses, sea cierto o no, lo cierto es que la Imagen del “Señor de las Caídas” inspira a levantarse siempre tras una caída, una desesperanza o un mal paso, como lo hiciera Él, tres veces, camino a su muerte, pero con más fe enmendando errores y recogiendo sus enseñanzas y sabiduría.