Novena en Honor al Señor de las Caídas

La Hermandad del Señor de las Caídas en su mes Aniversario, te invita a participar de la celebración de su Novena, a partir del día de hoy, Jueves 10 de Mayo a partir de horas 19:30 en la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced, ubicada en la calle Comercio esquina Colón, de acuerdo al siguiente cronograma:
- Jueves 10 de Mayo a horas 19:30,
- Viernes 11 de Mayo a horas 19:00, 
- Sábado 12 de Mayo a horas 19:00,
- Domingo 13 de Mayo a horas 18:30,  Misa comunitaria
- Lunes 14 de Mayo a horas 19:30,
- Martes 15 de Mayo a horas 19:30, 
- Miércoles 16 de Mayo a horas 19:30,
- Jueves 17 de Mayo a horas 19:30 y
- Viernes 18 de Mayo a horas 19:30.
La celebración de cada Misa estará a cargo de los hermanos y sus familias.

La Solemne Misa de Fiesta de Nuestro Señor de Las Caídas se efectuará el día Sábado 19 de Mayo a horas 14:45, para posteriormente compartir un pequeño agasajo.

Procesión del Santo Sepulcro 2012


Hermandad del Señor de las Caídas














Distintos Pasos que participan en la Procesión de Viernes Santo que sale de la Parroquia de La Merced 

 




















Semana Santa en la ciudad de La Paz


La Semana Santa y sus actos litúrgicos se remontan en nuestro país a los tiempos de la colonia. La Procesión del Santo Sepulcro partía de la Iglesia de La Merced y recorría los alrededores de lo que se constituye hoy en el casco viejo de la ciudad de La Paz, vale decir las calles que circundan “la Plaza” principal. El “Cortejo fúnebre” se iniciaba al final de la tarde y estaba encabezado por indígenas que llevaban consigo grandes cirios para iluminar la noche, seguidos por la “sociedad” paceña de ese entonces.

Según el libro de “Añejarías paceñas”, escrito por Ismael Sotomayor, la Imagen del Señor del Santo Sepulcro que solía salir los primeros años en Procesión, fue reemplazada por otra nueva traída por una familia acomodada de apellido Gurruchaga Ruiz desde Roma, “pintada al natural con los detalles más ínfimos” que fue acomodada en una lujosa y ornamentada urna que hasta el día de hoy acompaña la Procesión que año tras año sale del Templo de La Merced, fundado en 1570 por la Orden de los Mercedarios.

La Imagen del Cristo muerto más pequeña, presumiblemente fue llevada en el siglo XVIII a la Iglesia de la zona de Churubamba, (Plaza Alonso de Mendoza) de donde sale una de las más tradicionales procesiones del Viernes Santo.

Posteriormente, según el libro de Sotomayor, a la muerte de estos fervientes devotos, sus descendientes, Laureano y Francisca Romecín, siguieron con dicho culto, encargando en Europa una nueva Imagen de la Virgen Dolorosa para que acompañe a su Hijo durante aquella “Vía Crusis”.

Sin embargo, aquellas imágenes traídas de Europa y realizadas en bronce fundido como relata el libro, han desaparecido, seguramente en el periodo en que el templo cerró sus puertas, debido a convulsiones sociales en el siglo pasado, siendo en algún momento intercambiadas, como lo ha corroborado en su momento un equipo de restauradores dependientes del entonces Viceministerio de Cultura -hoy Ministerio de Culturas-, que tras un análisis y toma de rayos X de las Imágenes, ha constatado que las actuales están hechas de madera maguey y un lienzo parecido al tocuyo, su desaparición es hasta ahora un misterio.

Posteriormente a dicha Procesión fueron añadidas otras “Andas”, como la del “Señor de la Sentencia” el “Señor de las caídas” y el “Paso del Calvario”, que fueron llevados en sus inicios por monaguillos de la Parroquia, han sido sustituidos por las “Hermandades y Cofradías”, que cargan las pesadas “Andas” enfundados en túnicas con los rostros cubiertos, devotos encargados también del cuidado de las imágenes a lo largo del año.

Las Fuerzas Armadas y Policía Nacional suelen ser las encargadas de escoltar cada una de las Imágenes, y sus bandas de guerra, le dan el marco musical solemne a esta celebración interpretando tristes “boleros de caballería” que datan de la guerra del Chaco y marchas fúnebres que sólo se las puede apreciar en Bolivia, contrastando con los redobles de tambor que conducen las Imágenes en España.

El tiempo de lluvias ha sido inclemente con esta Procesión, de ahí que no es nada raro encontrar a lo largo de su recorrido varios lugares de refugio para las Imágenes; por si les encuentra una fuerte lluvia durante el recorrido, están los Templos del Carmen, Santo Domingo, San Sebastián, San Francisco y la Catedral, aunque en la mayoría de los casos tan sólo se ha tenido que acudir al paso raudo.

Una de las costumbres, vigente hasta hace poco, instaba a mantener el respeto de la ciudadanía, evitando realizar cualquier tipo de festejos; las radioemisoras y el canal de televisión estatal “pasaban” solamente música sacra o clásica y las salas de cine exhibían películas de la pasión de Cristo, o clásicas como El Manto Sagrado, Ben Hur y Barrabás; por ordenanza municipal, se cerraban los centros de diversión, confiterías y boliches de la ciudad, tradición que fue rota hace más de una década por una conocida cadena de restaurantes reconocida por la imagen del elefante; a esto se acaba de sumar la decisión de la Gobernación de La Paz, de abstenerse a emitir el tradicional auto de buen gobierno que impedía la venta de bebidas alcohólicas y de alguna manera promovía el recogimiento espiritual.

Gracias a la globalización y el desapego a las tradiciones en el mundo entero, la Semana Santa se ha convertido en una excusa para escapar frenéticamente de la agitada vida citadina; será por eso que a la par, en Viernes Santo, mientras unos se apresuran para llegar a tiempo a la Procesión del Santo Sepulcro, otros hacen largas filas, guitarra al hombro, para ir a “respirar el aire puro”, lejos del bullicio rumbo a Mallasa, Valencia o Achocalla.

Pese a todo la Semana Santa en Bolivia, con todas sus tradiciones, no hace más que recordarnos que el hijo de Dios vino a este mundo para morir en la cruz y resucitar, para que a través de esta prueba sean perdonados nuestros pecados y podamos alcanzar la vida eterna.

* Javier Escalier Orihuela es un ciudadano paceño.


Una anécdota ocurrió durante la gestión del presidente Jorge Tuto Quiroga, cuando "los movimientos sociales liderados por el entonces líder cocalero Evo Morales" amenazaban con irrumpir durante los actos de la Semana Santa, un conductor ebrio arremetió su vehículo de transporte público sobre los asistentes a la altura de la avenida América, iniciando una estampida que desembocó por la calle Evaristo Valle –todavía abierta al tráfico vial-, provocando gritos y espanto en los ya susceptibles asistentes, que no dudaron en poner los pies en polvorosa, dejando solitarias a las imágenes de la Procesión en medio de una desierta Plaza Pérez Velasco y alrededores; por supuesto que se tuvo que evacuar al presidente y su comitiva y del desbande no se salvaron ni los curitas, ni la Banda Eduardo Caba, que fue la primera en escapar despavoridamente.